Como orientadores, una de los principales trabajos en estos primero días de clase, es estar presenta en las reuniones iniciales donde se comparte la diversidad y peculiaridades del alumnado. Entre esta diversidad, nosotros tenemos un papel importante al destacar el alumnado con Necesidades Educativas Especiales y Necesidades Específicas de Apoyo Educativo a los que hay que prestarle especial atención.

¿Cómo exponemos dichas necesidades? ¿Qué tipo de documento compartimos y al formato de al Equipo Educativo?, me gustaría llevarles a una mirada más amable en estas reuniones. Sabemos muy bien que muchas veces los profes se coordinan entre ellos con un simple listado de nombres y al lado van poniendo comentarios de los compañeros del curso anterior, comentario como: este la madre es una pesada, este tiene TDAH, y este TEA tenlo todo preparado porque es muy rígido, este no para de moverse y todavía la orientadora no lo ha mirado, este es muy parado…. etc, etc. y el profesorado, siempre con buena voluntad, pone al lado de los nombres: TDAH- TEA – Cuidado con la madre – lento ponerlo delante.

Como orientadores me gustaría que invitemos a los Equipos Educativos que dicha coordinación ya venga preparada desde el curso anterior, con una pequeña tabla que les guíe en esta primera conversación y contacto con el nuevo profesor tutor.

Configura ese documento con los aspectos que consideres, te propongo varias ideas:

  • Progresos – Fortalezas – Áreas a mejorar – Estamos trabajando con.. – Estamos valorando…
  • O combinando esta información con otros datos: nacimiento, mejor nota del curso anterior, (peor calificación, asignaturas pendiente o repeticiones), si tiene un tipo de NEAE, habilidades (en qué destaca), puntos débiles a reforzar, Habilidades relacionadas con la convivencia (mediador, delegado, líder deportivo, líder social, habilidades sociales) aficiones y motivaciones, implicación familiar.
  • Siempre me ha gustado añadir una columna sobre materiales o acciones que permiten la accesibilidad, en un cuadrito puedes evitar que los profes añadan barreas en sus prácticas educativas poniendo: subtitular vídeos, darle más tiempo en los exámenes, presentar temas con pictogramas, ayudarle en la organización, coordinarse con su gabinete, darle apoyos intermitentes con profe o compañeros, permitirle moverse… pequeños comentarios que facilitan la inclusión.

Sabemos muy bien que un profesor tutor después de un curso o dos cursos de trabajo puede dejar como mínimo esta información al siguiente profesor, tras un año de convivencia sabemos mucho del alumnado ¿Qué diferente sería tener esta información de tu alumnado a penas empiece el curso?

A lo largo de este curso, ve completando el perfile de tu grupo, ve conociendo a tu alumnado y añade pequeños comentarios que te hagan tener una foto de tu grupo donde tengas claro sus potencialidades y motivaciones (que te permitirán llegar más a ellos) y también sus áreas de mejora (para saber en dónde y cómo los tienes que ayudar)

Hagamos conversaciones focalizadas en el aprendizaje y la convivencia del alumnado y poner el foco en el proceso y no en los supuestos talentos o carencias del alumnado.

Dibuja el ADN de tu clase ¿Cómo vas a hacer una intervención inclusiva si no la ajustas a la variabilidad de tu aula?

En el siguiente gráfico te adjunto posibles áreas a investigar bien en la evaluación inicial de tu grupo o bien para que las vayas definiendo a lo largo del curso. Solo tú sabrás hacia dónde mirar y qué te interesa saber más o menos porque ya has dado clase y ya estás intuyendo muchas necesidades. Pide ayuda a tu orientador para que te proponga cuestionarios y materiales pero no olvides tener una mirada centrada tanto en posibilidades como en carencias.

Primera coordinación, evaluaciones iniciales. Hagamos esta mirada desde   las fortalezas no solo desde las carencias.

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